Carol Lavandero, psicóloga. Terapia para superar procesos del duelo

Vivir es llenarse de pañuelos blancos.

«Vivir es ir diciendo adiós a las cosas. Vivir es llenarse de pañuelos blancos. Es decir adiós al amigo, a los padres, a la novia rubia que nunca llegó, al tren que se va, al abuelo que murió…»

Ramón Martín Rodrigo   Ramón Martín Rodrigo

No puede ser más patente lo que este pensamiento refleja sobre nuestra realidad cotidiana. La biografía de toda persona, hombre o mujer, joven o madura, está sembrada de una sucesión de pérdidas y separaciones que le recuerdan, consciente o inconscientemente, la precariedad y provisionalidad de todo vínculo y de toda realidad.

Superar una pérdida conlleva aceptar esa transitoriedad. Y aunque a veces puede suponer un enorme esfuerzo (muerte de un ser querido), es una tarea que debemos encarar. Porque el duelo que se reprime nos asfixia y confina en la pena.

«El duelo suprimido sofoca. Hace estragos dentro del pecho y está forzado a multiplicar su fuerza»

Ovidio    Ovidio

Y en la capacidad de convivir, encajar y elaborar de manera constructiva todo ese conjunto de pérdidas en cada momento, el ser humano encontrará una de las mayores fuentes de energía para su crecimiento personal.


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