En el Taller perseguimos un objetivo similar al de las antiguas escuelas de artes y oficios, en donde la gente se iniciaba en una disciplina o mejoraba su formación. Enseñaban allí para la vida y se aprendía para hacer. No para acumular conocimiento inútil, sino para ser capaces de poner en práctica lo aprendido.
Tenemos la ambición de inspirar el mismo sentimiento que impulsaba a aquellas personas a mejorar sus condiciones de vida. La ambición de estimular su deseo de saber para actuar, de saber para desenvolverse mejor en el amplio abanico de situaciones que la vida trae consigo.
Saber y aplicar lo que sabemos son las dos fases de un proceso que conduce al equilibrio emocional. En palabras de Platón: quien aprende y no practica es como el que ara y no siembra. Y precisamente por eso, en nuestros talleres y cursos hacemos especial hincapié en la importancia de utilizar el conocimiento que se adquiere.
Porque en Psicología no hay píldoras sanadoras, cualquier tarea requiere ayuda y esfuerzo, interés y apoyo, aprendizaje e ilusión por avanzar. Nuestro propósito es contribuir a que las personas, poco a poco, se sientan capacitadas por sí mismas para ir construyendo una base sobre la que poner orden y desarrollarse. Una base asentada sobre la esencia de lo que ellas son. No hay base más sólida.
Iremos anunciando con suficiente antelación nuestros talleres y cursos de psicología y mindfulness. En ellos abordaremos determinadas materias que, a nuestro juicio, mayor impacto causan en el bienestar.
